Esta tarde entré a una librería y, mientras miraba los libros expuestos, escuché una parte de la conversación entre un cliente y el empleado. Este le decía que, efectivamente, ese libro "adolece de buen gusto".
Es una falla que cometemos bastante a menudo utilizar el verbo adolecer como sinónimo de carencia. El empleado debería haber dicho: "adolece de mal gusto", "adolece de mala calidad", "adolece de errores en su construcción", ya que adolecer significa "tener o padecer algún defecto"; pero lo que dijo, definitivamente está mal expresado.
Eso sí, confieso que luego de escuchar y detectar el error, me quedé con las curiosas ganas de ver de qué libro se trataba...
viernes, 7 de agosto de 2009
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